Cordial saludo compañeros, espero que estén en casa desarrollando las actividades propuestas por el grupo de profesores.
A continuación encontraran un texto escrito por William Ospina, la intención es que sigamos ejercitándonos en la comprensión e identificación de las características de los textos argumentativos.
Luego de leer el texto deberá escribir en la casilla de comentarios que se encuentra en la parte inferior de esta página:
1. Tesis u opinión que usted logra identificar en el texto. (La que propone William Ospina en su texto)
2. Los diferentes argumentos que utiliza el autor para defender y darle solides a su tesis.
3. Por favor realize un comentario reflexivo de cada uno de los argumentos que logro identificar.
4. Identifique la conclusión propuesta en este texto.
La paz del pueblo ausente,
por William Ospina
En Colombia, lo mismo que se advierte a lo largo de toda la historia nacional vuelve a advertirse en cada jornada electoral: la ausencia del pueblo. Todo vuelve a girar alrededor de unos nombres y de unos personajes, de sus odios y de sus venganzas, de sus programas y sus convocatorias, pero la comunidad resulta cada vez más invisible, convertida apenas en la comparsa de los elegidos, reducida a la condición de pasivos electores e invisibilizada por la estadística.
Yo diría que sólo una vez en el último siglo el pueblo tuvo una presencia protagónica en los asuntos históricos, y fue bajo el influjo de Jorge Eliécer Gaitán, quien también tenía el defecto de ser muy visible frente al pueblo al que le hablaba, pero de quien no podemos dudar que se inspiraba en ese pueblo, le daba fuerza en su discurso y lo engrandecía con su estilo. No se ha reflexionado bastante sobre el hecho de que Gaitán no difería del pueblo, él mismo era ese pueblo al que se dirigía pero provisto de voz, de memoria, de ilustración, de recursos verbales, de elocuencia y de pasión humana.
Oyéndolo, la gente no sentía el poder de un orador sino su propio poder, y sólo en ese momento el pueblo colombiano alcanzó a hacerse visible en la política, se sintió protagonista, alentó la esperanza de ingresar en una historia de la que había sido borrado desde los tiempos de la Independencia, cuando una galería de héroes se instaló en la leyenda y borró la minuciosa abnegación de esos miles de seres de ruana y de a pie que hicieron las campañas, que cruzaron los Andes tiritando y muriendo, que caminaron jornadas enteras por pantanos helados, que cargaron como suicidas con lanzas y espadas contra los cañones del enemigo.
Como decía Dante, “Es la manera lo que me estremece”. Y como decía Rubén Darío: “Nada más que maneras expresan lo distinto”. Hay que repetir sin descanso que el problema de la política en un país como el nuestro, y a lo mejor en todos los países, no es de discurso sino de maneras. El estilo de nuestra política ha consistido en invisibilizar al pueblo y sustituirlo en el diseño de la nación y de sus instituciones. Aquí se hizo costumbre desde la Conquista no consultar el territorio a la hora de definir su ordenamiento sino imponer modelos traídos de otra
parte, cuya única explicación era el poder que los imponía y el modelo lejano que trataban de imitar. Si en España se ordenaba el territorio de cierta manera, eso tenía que ser válido para estas tierras, y así se olvidaban o se soslayaban los suelos, los climas, la vegetación, las selvas, las llanuras, los desiertos, los ríos, los páramos, el conocimiento ancestral de los pueblos nativos. Nadie oía cantar al toche porque nuestro deber era celebrar a un ruiseñor que por otra parte aquí no existía.
Recuerdo que cuando estaba escribiendo mi novela Ursúa, que habla de los tiempos de la Conquista, viví una experiencia muy curiosa para un escritor. Yo podía imaginar perfectamente a los conquistadores, podía verlos bajar de sus barcos y entrar en el territorio, con sus caballos acorazados de hierro, sus armaduras, sus penachos y sus espadas, con sus lanzas, su pólvora y sus perros, pero no lograba ver en mi imaginación a los pueblos indígenas. Los indígenas se sustraían a la mirada, se evadían al lenguaje, y esto me inquietaba en términos literarios, hasta que un día, fue el narrador el que me dio la clave de lo que estaba ocurriendo. Porque de repente ese narrador dijo: “No vieron un solo indio en esa parte de la travesía, pero yo sé que no todas las sombras que vieron eran sombras de árboles, ni todas las plumas que vieron eran plumas de pájaros, y no toda la arcilla roja que advirtieron en los barrancos era tierra inerte”.
En ese momento comprendí que a diferencia de los europeos los indígenas estaban allí pero no se advertían, sabían mimetizarse en el paisaje, y los españoles podían avanzar por las selvas entre los indios sin darse cuenta siquiera de que estaban siendo observados. Por eso parecía ser la selva misma quien arrojaba sus súbitas flechas. En cambio cuando querían, cuando entraban en batalla, por ejemplo, las muchedumbres de indios se hacían tan visibles, con su bullicio, sus caracolas de guerra, sus plumajes, sus cascos y sus adornos de oro, que alguien que los vio pudo describirlos diciendo que eran una “larga y espesa selva de plumajes”, y Jorge Robledo pudo declarar que con sus cascos de oro parecían un ejército en el que todos fueran reyes.
Formaban parte de la naturaleza, eran silenciosos como la niebla, furtivos como gatos de monte, y su sigilo contrastaba con la vistosidad y el estruendo de los invasores; estos tenían la ventaja de sus caballos intimidantes y sus armas de fuego, en cambio para los indios no hacerse notar
era un recurso de supervivencia. No es que no fueran visibles, es que se necesitaba sutileza para verlos, y la mirada que se impuso en este orden social fue siempre una mirada incapaz de sutileza, una mirada ciega a todo lo que no le fuera conocido.
Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso. Será por eso que tanta gente desconfía de la política, sabe que está hecha para manipular, para borrar identidades, para anular posibilidades, para imponer esquemas y modelos, pero no para interpretar creadoramente lo que somos y lo que puede ser el país.
Esa mirada comprensiva, cuidadosa y sutil es una mirada que sólo puede arrojar la cultura, y en primer lugar las artes creadoras. García Márquez sostenía que sólo la cultura popular ha sabido ver y descifrar nuestro mundo. Y es evidente que lo que aquí llamamos política nunca ha sabido dialogar con el arte creador ni con la cultura. Cuando a un candidato le hablan de cultura, cree que le están preguntando con qué van a entretener a la gente mientras vota, o con que la van a divertir entre discurso y discurso.
Por eso es tan hermoso y admirable escuchar a todo el que haya sido capaz de ver profundamente nuestra tierra. Mientras muchos versificadores seguían cantándoles a las primaveras y los otoños que nos trajo el diccionario, Aurelio Arturo, un gran observador de su país, nos mostró en versos lúcidos que aquí:
Una hoja sola aún lleva su delgada frescura
de un extremo a otro extremo del año.
Supo sentir el asombro de que la vegetación esté viva todo el año, y advertir que los campos no sólo son verdes sino que tienen una variedad de verdes casi infinita. Arturo dijo con gran belleza:
Hoja sola en que vibran los vientos que corrieron
por los bellos países donde el verde es de todos los colores,
los vientos que cantaron por los países de Colombia.
Esta lengua, llegada de tan lejos, le había impuesto una lógica extraña a nuestra relación con el mundo. Utilizábamos casi las mismas palabras que en España, por eso creíamos que estábamos nombrando las mismas cosas, y perdíamos el matiz original de nuestra realidad. Llamábamos tigres y leones a los jaguares, nos educaron con cartillas en las que no había piñas y chontaduros, dantas y zaínos, sino racimos de uvas y granadas, lobos y jabalíes. Tal vez por eso la palabra democracia sirve aquí para disfrazar una plutocracia manipuladora y hostil a todo lo genuinamente popular. Aquí ser liberal no es profesar una filosofía de libertad, igualdad y fraternidad sino participar de un sistema clientelar hereditario que manipula voluntades y se impone por medio de maquinarias y de mermeladas.
Hay unos versos de Barba Jacob que desnudan el modo como se trafica con las palabras utilizándolas no para nombrar sino para enmascarar las cosas.
La paz es mi enemigo violento
y el amor mi enemigo sanguinario.
El mismo poeta nos enseñó algo muy valioso sobre la solidaridad. Nuestra sociedad injusta y desigual es muy dada a predicar la caridad: que los ricos ayuden a los pobres, que los poderosos guíen a los desvalidos. Él no cree en esas filigranas de la caridad, hechas para que el rico se eternice en su riqueza y el pobre en su debilidad y su dependencia. Barba Jacob dice algo mucho más desafiante y verdadero:
Apoya tu fatiga en mi fatiga
que yo mi pena apoyaré en tu pena.
Él más bien sabe que al pobre sólo lo ayuda el pobre, que al triste sólo lo entiende el triste, que sólo ayuda de verdad confiar en los otros. Esperar la paz que diseñan los que vivieron siempre de hacer la guerra, es como esperar la prosperidad que siempre prometen los que viven de la pobreza ajena.
Hay también un verso de León de Greiff que suena muy paradójico pero que está lleno de clarividencia. Él dijo en su “Balada de la fórmula definitiva y paradojal”:
Todo no vale nada si el resto vale menos.
Si uno dice Todo pareciera que no puede decir El resto, pues en ese todo ya está comprendida la totalidad. Pero como el lenguaje es una abstracción, la palabra Todo, que parece compendiar tantas cosas, también las borra, porque en ese Todo ya no vemos cada una de las partes que lo componen. Hay algo que no vemos en la palabra Todo, y es cada cosa, cada cosa con su inagotable minuciosidad. Entonces me digo que lo que el poeta quiere revelarnos con su paradoja es que una cosa es el Todo, que abarca el mundo, y otra cosa es cada uno de los elementos irreductibles que lo constituyen.
Todo no vale nada si el resto vale menos
podría significar entonces: el bosque no vale nada si cada árbol vale menos, la sociedad no vale nada si el individuo vale menos, el tiempo no vale nada si cada instante vale menos; es un esfuerzo por devolverle valor y visibilidad a lo particular y a lo elemental.
En un debate serio sobre la democracia, vale la pena decir que la estadística tiende a crear un todo en el que cada cosa desaparece. Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto sino un rostro, un destino, una originalidad, una importancia. Borges nos dijo: “Descreo de la democracia: ese curioso abuso de la estadística”.
A lo mejor si todo marcha bien, si las instituciones funcionan, si el Estado responde a las necesidades de cada uno, se podría admitir este extraño modelo en que los ciudadanos sólo existen una vez cada cuatro años, pero cuando un país se encuentra en una situación tan alarmante y caótica como el nuestro, es evidente que necesitamos ciudadanos todos los días, que votar cada cuatro años es poca cosa para ayudar a resolver tantos males. Que seamos ciudadanos sólo una vez cada cuatro años, que seamos necesarios sólo una vez cada cuatro años, es lo que más les sirve a los que viven de usurpar la voluntad popular y reemplazar a la ciudadanía, a los que son apenas negociantes de la política, disputándose la bolsa de empleos del Estado, y repartiéndose el ponqué de los presupuestos.
Por eso no basta que los rostros sean nuevos ni que los discursos sean distintos. Lo que define una nueva política no es ofrecer otras cosas, prometer otras cosas, sino convocar de otra manera
a la comunidad, darle un lugar distinto a los ciudadanos en la transformación de la realidad, romper para siempre con esa lógica triste y mezquina de los directorios y de las clientelas, donde las personas valen como cifras pero no como interlocutores, como formuladores de propuestas y como inventores de soluciones. A los candidatos les encanta que la gente adhiera, pero no que la gente participe. Ya con Gaitán se vio que hasta las propuestas más lúcidas pueden fracasar cuando no están en la mente y en la capacidad de acción de los ciudadanos sino en el hombre o en el grupo demasiado visible que los lidera. Y no ignoro que el proyecto gaitanista fue borrado a sangre y fuego, que contra la propuesta de Gaitán de renunciar al enfrentamiento ilusorio de los partidos, aquí se predicó hasta el vértigo una doctrina del rencor y del sectarismo que convirtió a Colombia en un caldero de odio inexplicable.
Después, durante setenta años todas las contradicciones políticas que se nos han predicado han sido artificiales; lo más doloroso y siniestro de la violencia de los años cincuenta es que la contradicción entre liberales y conservadores era falsa, era una oposición puramente retórica y artificial: los dos partidos no diferían en términos filosóficos, ni en su doctrina, ni en su proyecto de país; los dirigentes tenían el mismo proyecto de manipulación y de saqueo, y no hay guerras más insanas, más crueles y más desalentadoras que aquellas que se libran por razones falsas, por causas engañosas, por una ignorancia, una ingenuidad y una docilidad que las castas malignas conducen y aprovechan. Hasta la más reciente polarización que le ha sido predicada a los colombianos, la contradicción actual entre uribismo y santismo, sigue siendo una oposición artificial, hecha para enfrentar a la comunidad, aunque los dos sectores participan del mismo modelo de sociedad, tienen los mismos intereses, ya han estado unidos y podrían volver a estarlo. Los mismos apellidos, los mismos apetitos, las mismas costumbres, identifican a esos sectores que otra vez pretenden ser irreconciliables, pero que después de denunciarse uno al otro como el mal absoluto, vuelven a unirse cuando ven peligrar sus intereses. Sería triste que no hayamos aprendido nada en estos setenta años, que otra vez nos ofrezcamos como comparsas dóciles de esas manipulaciones y de esos apetitos.
Colombia está cada vez más cansada de esa casta corrupta, y cada vez más desencantada de su estilo, y es posible que estemos asistiendo al nacimiento, o a la irrupción, de una contradicción más verdadera, menos manipuladora y menos arbitraria: la oposición entre el viejo modelo
corrupto de maquinarias y de burócratas y el despertar de la indignación ciudadana. Pero es ese el momento en que más se requiere inteligencia, sensibilidad y conciencia de nuestras mayores dificultades, porque corremos el riesgo de que la indignación quede atrapada en las maneras de la vieja política, el riesgo de que simplemente aparezca un salvador, alguien que otra vez pretenda diseñar por su cuenta el país que todos necesitamos, y olvide que aquí no se trata de dirigir, ni de salvar, ni de imponer soluciones sino de escuchar a la comunidad, de liberar la iniciativa de la comunidad, de desatar las manos de un pueblo lleno de talentos pero postergado, subordinado y despojado de la posibilidad de tomar iniciativas, condenado siempre a esperar y a pedir permiso, cuando lo único que necesita es verse convertido en protagonista creador de otro modelo de sociedad.
Siempre he sido partidario de la solución negociada de los conflictos armados que padece Colombia. Pero la causa de esos conflictos no es, como predica nuestra dirigencia, la malignidad de unos hombres. Aquí hay demasiada gente excluida, demasiada injusticia, somos el cuarto país más desigual del mundo: esto no se puede ignorar cuando se analizan las causas de nuestra violencia, y menos aun cuando se diseñan las soluciones. Tenemos una inmensa población juvenil sin oportunidades, sin ingresos, sin educación, sin formación, abandonada en manos de la violencia, pues sólo la violencia les ofrece los ingresos que debería ofrecerles una nación capaz de respetar a sus jóvenes y de pensar en su futuro.
Por eso no creo que a Colombia cualquier proceso le sirva, y menos los procesos de paz diseñados por esta dirigencia: esa desmovilización de guerreros que se hace en nuestro país cada quince años, sin acompañarla de reformas profundas que corrijan las causas de la guerra, que abran la posibilidad de un tiempo nuevo. La corrección real de los desastres de la guerra no se logra con la mera desmovilización de unos ejércitos que a duras penas se reintegran a la sociedad; porque ésta, y es comprensible, no los recibe con generosidad. La única reinserción verosímil exigiría, además de cambios profundos, una comunidad dispuesta a acogerlos y a garantizar su seguridad; pero sin esos cambios que abran puertas para todos, la gente los recibe con recelo, y hasta siente que les están dando a los insurgentes oportunidades y prebendas que nunca les dieron a los ciudadanos pacíficos.
El proceso de negociación que vivió recientemente Colombia careció para mí de varias cosas fundamentales: de un proyecto de juventudes, en un país donde la juventud es la guerra; de un proyecto urbano en un país que aunque tiene un antiguo problema agrario, tiene al ochenta por ciento de la población en las ciudades, y en ellas también sus mayores conflictos; de un componente ambiental, con un proyecto gigante de reforestación, que si es urgente en el mundo entero lo es mucho más en nuestro territorio, porque estamos arrasando los páramos, devastando las cuencas de los grandes ríos, destruyendo la mayor fábrica de agua del continente.
Pero de todas las carencias de ese proceso, la más sensible fue la falta de participación ciudadana, que se hizo evidente en el hecho alarmante de que, a la hora del plebiscito, menos del 20 por ciento de los electores aprobó los acuerdos, y el 80 por ciento les dio la espalda. El gobierno tenía el deber de hacerle sentir a la comunidad los beneficios del proceso, el gobierno pudo haber hecho llegar a los territorios brigadas de médicos y de agrónomos, de ingenieros y de arquitectos, de deportistas y de artistas, pudo haberle demostrado a la comunidad que la paz traía para ella beneficios concretos; no me gusta decir esto pero yo mismo se lo expresé en una carta abierta al presidente de la república, porque si se iba a consultar a la comunidad sobre los acuerdos, era necesario incluir a la ciudadanía, hacerla partícipe del proyecto, no producir la sensación de que la paz, que sólo es verdadera si es de todos, era algo para expertos y diseñada lejos y en secreto.
Es más, en un país donde no se ha hecho nunca un esfuerzo coherente por formar lectores, se pretendió que toda la comunidad leyera y aprobara en dos semanas un documento de 300 páginas que sólo podían entender los expertos. Hasta el presidente Mujica dijo que el pueblo colombiano había mirado ese proceso como desde un balcón. La paz no sólo se hace para la gente, no sólo se hace con la gente, la paz hay que hacerla nacer en la gente: la paz no es para funcionarios y guerreros sino para la vida cotidiana de la comunidad.
Por eso he llamado a esta charla “La paz del pueblo ausente”. Porque quiero insistir en que esa ausencia del pueblo en las grandes decisiones es la historia misma de nuestro país, y sigue siendo la principal limitación de nuestro orden social. Colombia es un país de regiones: desde antes de la llegada del mundo europeo, aquí ya se habían configurado regiones naturales y humanas distintas: el desierto de los Wayuu, la sierra nevada de los tayrona, las ciénagas de los zenúes,
las selvas lluviosas de los embera catíos, las montañas de los pantágoras y de los ebéjicos, la sabana de los muiscas, el plan ardiente de los panches, las sierras de los nasa, las llanuras fluviales de los kamsá, el macizo de los andaquíes, la selva de los huitoto y de los desana, las praderas de los sikuani, la sierra nevada de los u’wa, los cañones de los chitareros, el valle de los muzos, y a eso se añadieron muchas cosas llegadas de Europa que aumentaron y enriquecieron esa diversidad.
En la primera Independencia si algo se hizo visible fue la tensión entre las distintas provincias y entre sus ciudades. En 1814 un caraqueño, Simón Bolívar, y un quiteño, Carlos Montúfar, iban de un lado a otro extenuados tratando de lograr que los granadinos se unieran entre sí. Bolívar les explicaba que ya venían las tropas de la reconquista, que el país iba a caer de nuevo en manos de los españoles, que era cuestión de meses, pero resultaba imposible hacer que Santafé se aliara con Tunja, que Popayán se aliara con Pamplona, que Antioquia se aliara con Cartagena, y mientras la escuadra realista iba llegando a las costas de América, aquí seguíamos desconfiando los unos de los otros, resistiéndonos a la alianza, hasta que Bolívar prefirió irse para Jamaica, a tratar de dibujar la Independencia por otro camino. Y Morillo cayó sobre el territorio y la república se ahogó en su propia sangre.
Es verdad que después la independencia triunfó, gracias sobre todo a Bolívar. Pero no hemos logrado encontrar todavía el secreto de la unión. Después de un siglo XIX desgarrado por las guerras civiles, después de un arduo período federal de un cuarto de siglo, construimos un modelo centralista conservador que duró medio siglo, a partir de los años cuarenta recomenzó la violencia, y todavía no hemos encontrado el modelo de país que requerimos. Para nadie es un secreto que el Estado no sólo no ha logrado imponerse en el territorio, sino que algunas de las tareas básicas de la institucionalidad democrática, como una economía incluyente con un mercado interno fuerte, como una agricultura moderna, como el catastro rural, como una adecuada industrialización, más bien han retrocedido, y el modelo de propiedad de la tierra, que ha debido democratizarse y modernizarse, más bien se ha concentrado en las últimas décadas, sin avanzar hacia un diseño responsable y productivo. Y al mismo tiempo estamos padeciendo un arrasamiento de la biodiversidad y de la riqueza natural inusitado y alarmante: Colombia vive hoy un desastre ecológico de grandes dimensiones, uno de cuyos protagonistas, el
narcotráfico, es también un semillero de violencia y de degradación social, y el Estado que debería instaurar la ley y el orden está tomado por la corrupción.
La política no puede seguir siendo lo que fue durante más de un siglo, la comunidad tiene que aparecer, no sólo en el discurso sino en la dinámica de la política, en el tono de la participación, en los debates de la modernidad. Colombia tendría que estar hastiada de la pugnacidad, de que la política se identifique enseguida con el odio, la acusación, la crispación y el miedo. Los jóvenes deberían estar dando a los viejos el ejemplo de otra manera de discutir y sobre todo de otra manera de participar, de una mirada sutil en la lectura de nuestra realidad, y de la capacidad de convocar a una fiesta de la imaginación y de la originalidad en la manera de concebir y de vivir la política. Ya deberíamos estar hartos de consignas y de caudillos, ya deberíamos haber cambiado la procesión, con su visible mártir a cuestas, por el carnaval.
Ya García Márquez hizo una expedición fantástica por el territorio que nos reveló miles de cosas sutiles de nuestra manera de ser: esa capacidad sin duda grotesca de sacar guerras del sombrero, ese miedo al amor que nos paraliza, esas pestes del olvido, ese encierro incestuoso en nuestras fronteras, esos contrastes alucinatorios entre las montañas fúnebres y los valles orgiásticos, esos dibujos oraculares que forma la sangre corriendo por las calles, esas niñas con amuletos de dientes de tigre, esas aldeas selváticas donde hay músicos italianos, árabes en pantuflas, indios que hacen llover flores y gitanos que escriben en sánscrito.
Ya Álvaro Mutis supo encontrar la poesía de la tierra caliente, el milagro de los trenes bordeando los abismos, los hidroaviones metálicos posándose en ríos de caimanes. Ya Estanislao Zuleta supo hacer una lectura de nuestras culturas familiares mientras dialogaba con las grandes ideas de la modernidad. Ya Fernando González fue capaz de poner a pensar creadoramente a una lengua acostumbrada sólo a murmurar y a insultar. Ya Orlando Fals Borda nos enseñó a pensar con sensibilidad el territorio.
Ya José Celestino Mutis supo intuir que aquí las verdades políticas más hondas tienen que dictarlas las nervaduras de las hojas, el diagrama de las raíces y la lengua de las flores. Ya Humboldt nos mostró que sólo yendo de Ibagué a Buga era posible encontrar las claves de la vegetación, instaurar la montaña como objeto de conocimiento y fundar la geografía moderna.
Aquí sólo la política está fosilizada: saben más de Colombia José Barros, Julio Erazo, Campo Miranda y Rafael Escalona que Miguel Antonio Caro, Lleras Restrepo, López Michelsen, los Santos, los Pastrana y los Gaviria. Hay que volver a reunir en la mesa del café a León de Greiff, Jorge Zalamea, Danilo Cruz Vélez, Omar Rayo, Eduardo Zalamea y Hernando Téllez , y hacer que escuchen La gota fría, El pájaro amarillo, Lamento náufrago y El testamento, hay que poner a Guillermo Valencia y a Nicolás Gómez Dávila a bailar la Pollera Colorá.
La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia. Tiene que empezar a ser la voz de los ríos, de las selvas, de los bosques de niebla, de los arroyos y los manantiales, de los climas, de la vegetación, de la fauna silvestre, del mestizaje, del conocimiento indígena, del colorido africano. Y sobre todo tiene que empezar a ser la voz de la comunidad, su ingenio, su recursividad, su capacidad de afecto, y su alegría. Hay que explorar las rutas desconocidas y las rutas olvidadas del territorio; hay que superar la maldición del centralismo; el corazón de la patria no está en la casa de Nariño sino en el parque de Chiribiquete; hay que dejar de pensar que la riqueza de Colombia se limita al petróleo y las minas: la principal riqueza es la gente, su generosidad, su solidaridad, su capacidad de acompañarse, de hacer alegre la vida, de cuidar a las nuevas generaciones, de proteger el territorio, de hacer brotar por todas partes las riquezas paralelas.
Aquí nos enseñaron a hacer política sólo con urnas, hay que devolverle la vida a la política.
William Ospina
ResponderEliminarSolución:
1 William Ospina nos muestra su opinión sobre la política que hay en nuestro país, en como preferimos imitar a otros tanto con su hablado como en otras cosas, también nos muestra en como los indígenas se ocultaban en la salva para que los conquistadores no los vieran, en como Gaitan fue el que mejor influyo hacer protagonico en los asuntops historicos de nuestro pais, tambien en como la politica de nuestro pais prefier que ganen los ricos para quitarle a los pobres, en como los pobres se ayudan entre ellos.
2.
"es la manera lo que me estremece" Dante
"nada mas que maneras expresan lo distinto" Ruben Dario
3.
1 "es la manera que me estremece": que es como la política nos obliga a estar bajo su régimen y no les importa si toca matar o llevarse a quien se por delante suyo con tal de ganar
2 "nada mas que maneras expresan lo distinto": tratan de darle un lado a la versión de ellos para quedar bien ante la sociedad para que no los juzguen ante la sociedad, y prefieren dar la explicación de un país donde su lengua es diferente a la de nosotros
4 ya terminado el texto podemos concluir que este texto esta basado en los problemas étnicos y políticos de este país y como aprendemos a vivir de apariencias y como también preferimos la guerra para poder conseguir la paz.
1. La tesis de William Ospina en esté texto es la ausencia del pueblo en el proceso de paz y en la política, no solo en la actual, sino a lo largo de la historia, para lo cual expone las características de la política vigente, da algunas ideas sobre una nueva política y establece relaciones entre la política y el modelo económico y social.
ResponderEliminar2. Sobre el modelo de sociedad menciona que “hay demasiada gente excluida, demasiada injusticia, somos el cuarto país más desigual del mundo, lo cual es importante considerarlo para diseñar soluciones.” “hay que dejar de pensar que la riqueza de Colombia se limita al petróleo y las minas: la principal riqueza es la gente, su generosidad, su solidaridad, su capacidad de acompañarse, de hacer alegre la vida, de cuidar a las nuevas generaciones, de proteger el territorio, de hacer brotar por todas partes las riquezas paralelas.”
3.Qué la sociedad colombiana que aparenta ser muy crítico pero que no va al fondo de las cosas.
Se necesitan cambios en la política y conseguir la politización social colombiana.
4. En conclusión lo que nos dice esté texto es qué se considera que no existe democracia en Colombia y que por la mal gobernación abunda La injusticia y él desempleo.
Ortiz Melany
ResponderEliminarLa paz del pueblo ausente,
Por William Ospina.
Tesis u opinión que usted logra identificar en el texto. (La que propone William Ospina en su texto)
• La política no puede seguir siendo lo que fue durante más de un siglo, la comunidad tiene que aparecer, no sólo en el discurso sino en la dinámica de la política, en el tono de la participación, en los debates de la modernidad.
Los diferentes argumentos que utiliza el autor para defender y darle solides a su tesis.
1) Aquí no se trata de dirigir, ni de imponer soluciones, sino de escuchar a la comunidad, de liberar la iniciativa de la comunidad, de desatar las manos de un pueblo lleno de talentos, pero postergado, subordinado y despojado de la posibilidad de tomar iniciativas, condenado siempre a esperar y a pedir permiso.
2) Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto, sino un rostro, un destino, una originalidad, una importancia.
3) Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso.
Realizar un comentario reflexivo de cada uno de los argumentos que logró identificar.
1) Los políticos deberían tratar al pueblo como personas, pero más aún, ellos deberían comportarse como personas.
2) Este es un ejemplo del bien que todos queremos, de lo que sería una buena política. Pero si no se cambia pronto el comportamiento y el pensamiento de muchas de las personas, no se llegará a eso, lo sobrepasará, pero, en maldad.
3) El pensamiento del político cumple un papel muy importante para la buena prosperidad de un país, sería bueno que existiera una persona que quiera una vista diferente para su país y de querer hacer un bien por la vida de muchas personas.
Identifique la conclusión de este texto.
• Hay que devolverle la vida a la política
1 La opinión William Ospina en esté texto
ResponderEliminarEs exponer y argumentar los cambios que necesita la política con el fin de conseguir y dar sentido o contenido político a acciones, pensamientos, etc. En la sociedad colombiana.
2 Los diferentes argumentos que utiliza el autor para defender y darle solides a su tesis.
.Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso.
.La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia. Tiene que empezar a ser la voz de los ríos, de las selvas, de los bosques de niebla, de los arroyos y los manantiales, de los climas, de la vegetación, de la fauna silvestre, del mestizaje, del conocimiento indígena, del colorido africano. Y sobre todo tiene que empezar a ser la voz de la comunidad, su ingenio, su recursividad, su capacidad de afecto, y su alegría.
. Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto, sino un rostro, un destino, una originalidad, una importancia.
3. Por favor realize un comentario reflexivo de cada uno de los argumentos que logro identificar.
.La democracia no es más que un disfraz de Forma de gobierno en que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos controlado a partir de un sistema de organización conservador en donde el miedo es principal aspecto que evita los avances y transformaciones notorias de la comunidad, hacia y para la política.
.Para Ospina “el estilo de nuestra política ha consistido en invisibilizar al pueblo y sustituirlo en el diseño de la nación y de sus instituciones”
.La política, afirma, está hecha para “manipular, para borrar identidades, para anular posibilidades, para imponer esquemas y modelos, pero no para interpretar creadora mente lo que somos y lo que puede ser el país”.
4. Identifique la conclusión propuesta en este texto.
no solo la democracia es corrupta, sino que la corrupción es democrática.
William Ospina, nos da su punto de vista 1)político, agumertando el gran poder que 1)tienen los políticos y como los manipulan para su benefició, y obliga a nosotros los pobre a comenzar un juego de super vivencia, donde los pobre tenemos que intentar subsistir entre nosotros. Y nos cuenta el papel de políticos que influyeron en nuestra historia
ResponderEliminar2)
*Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso.
*La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia. Tiene que empezar a ser la voz de los ríos, de las selvas, de los bosques de niebla, de los arroyos y los manantiales, de los climas, de la vegetación, de la fauna silvestre, del mestizaje, del conocimiento indígena, del colorido africano. Y sobre todo tiene que empezar a ser la voz de la comunidad, su ingenio, su recursividad, su capacidad de afecto, y su alegría.
*Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto, sino un rostro, un destino, una originalidad, una importancia
3)
*tener una vista real de lo que sucede, de lo que se necesita, y actuar de forma igualitaria, no un poder fundado en los ricos.
* la política tiene que hacer un cbio radical, tienes que ser la unión para el bien común de un país en crisis. De pasar, de disigualdad a igualdad.
*un buen líder, sabra explotar los talentos de cada uno de los ciudadanos para el bien del país, viendo más allá de cualquier stigma, pensar que todos podemos aportar y ser grandes, y el poder utilizar esas grandes habilidades de cada uno, para forjar un país, en unión
4) hay que cambiar el significado de política dándole vida y sentido de unión, a la polabra y la acción, no dale un significado erróneo y cambiar el pensamiento de poder, a union por un bien común.
Karen Gonzalez
ResponderEliminar1. La tesis que nos muestra este texto es : La ausencia del pueblo como todo gira alrededor de unos nombres unos apellidos con sus odios,venganzas e intereses, El cambio que necesita la política para optimizar la politizacion social.
2.
*Hay que repetir sin descanso que el problema de la política en un país como el nuestro, y a lo mejor en todos los países, no es de discurso sino de maneras. El estilo de nuestra política ha consistido en invisibilizar al pueblo y sustituirlo en el diseño
de la nación y de sus instituciones.
*eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso. Será por eso que tanta gente desconfía de la política, sabe que está hecha para manipular, para borrar identidades, para anular posibilidades, para imponer esquemas y modelos, pero no para interpretar creadoramente lo que somos y lo que puede ser el país.
*cuando un país se encuentra en una situación tan alarmante y caótica como el nuestro, es evidente que necesitamos ciudadanos todos los días, que votar cada cuatro años es poca cosa para ayudar a resolver tantos males. Que seamos ciudadanos sólo una vez cada cuatro años, que seamos necesarios sólo una vez cada cuatro años, es lo que más les sirve a los que viven de usurpar la voluntad popular y reemplazar a la ciudadanía, a los que son apenas negociantes de la política, disputándose la bolsa de empleos del Estado, y repartiéndose el ponqué de los presupuestos.
3. el odio y el miedo son los principales aspectos que evitan los avances y transformaciones de la sociedad para la política.
4. En conclusión podemos notar somos un pais sin cultura ni democracia puesto que todo no vale nada si el resto vale mucho menos.
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ResponderEliminarTesis de William Ospina: Nos propone a los millenials y centenials y las futuras generaciones a ser un poco mas participes en los hechos importantes del país y que aportemos con nuestras ideas a un cambio. Que no le demos el gusto a los SUPUESTOS lideres de un país (presidentes) a llamar al pueblo para que lo apoyen cada 4 años
ResponderEliminarArgumentos:-Nombra a Gaitan
"Hay demasiada gente excluida, demasiada injusticia, por eso somos el cuarto país más desigual del mundo”
"Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos"
"La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia."
"Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano."
-Gaitan es conocido como el influyente mas reconocido del país ya que lidero un partido que buscaba acabar con la oligarquía de las familias con poder en el país, y nos relata que para el fue el único candidato a la presidencia que verdaderamente contó con el pueblo e hizo valer la palabra "DEMOCRACIA"
-Nos hace referencia a que en Colombia hay una brecha muy grande entre ricos y pobres y a la parte de injusticia es que aquí a los ladrones se le tienen mas compasión que a un habitante de calle y se le trata mejor y la justicia se arregla con "billetes verdes"
-Se enfoca mas a los discursos que hacen los aspirantes a cualquier cargo Alto en el gobierno (presidencia y alcaldía) que dejen de endulzarle el oído al pueblo con palabras bonitas y que sean mas directos y concretos porque todos utilizan la táctica de meter mucha palabra y términos que una persona con un IQ de 999 entiende. Que se emplee palabras conocidas y entendibles al receptor.
-El presidente debe confiar en las cualidades de sus ciudadanos y si no las tiene que las ayude a fomentar algo que en este país no pasa, Que la educación sea el principal motor para pasar de ser un país tercermundista y seamos una potencia. Porque Colombia tiene potencial otra cosa es que no se fomenta.
CONCLUSION: Todos somos el futuro del país y de nosotros depende hacer avanzar el país o mantenerlo como esta, Que seamos ciudadanos influyentes que no los llamen pueblo cada 4 años para apoyar a una persona que seguirá haciendo lo mismo o peor el país y un cambio de apellido porque siempre los mismos apellidos que gobiernan el país.
1.En el texto de william Ospina nos explica algo que ocurre en la política que afecta al pueblo, nos trata de dar de entender que debemos de influir mas en decisiones políticas acerca de acuerdos de paz y sucesos de toma de decisiones, nos da entender también de falla que hay en los jóvenes del país por el echo que el gobierno que nos brinda una educación digna y justa a todos causando que los jóvenes participen en actos incorrectos, nos explica también que somos un pueblo que emita diferentes aspectos de otros países y nos da a entender que debe haber mas apoyo entre todos, para así sobresalir en cultura digna y justa , básica mente habla de que somos manipulados por el gobierno para ser formados en base régimen que nos beneficia a todo el puedo sino a todo aquellos con mas poder mientas a las pobres excluyen de ciertos beneficios.
ResponderEliminar2.utiliza como argumentos:
* Lo que hizo Gaitan para ayudar al pueblo.
*Lo que hizo Simón Bolívar para impedir la reconquista de los españoles.
*Algunos aspectos indios para impedir invasiones, por medio de la unión.
*Falencias que hay en cuanto a la educación juvenil.
3.Que el país debería trabajar unido para superar las expectativas del gobierno y mejorar la situación,económica,política,educativa y cultural.
4. Cambiar el proceso electoral y darle mas participación al pueblo en cuanto a los diversos sucesos de injusticia.
1) La tesis que nos presenta William Ospina es el como la ausencia del pueblo colombiano en los diferentes procesos políticos ha generado una política en la cual no se tiene en cuenta los pensamientos y necesidades del país
ResponderEliminar2)
*Será por eso que tanta gente desconfía de la política, sabe que está hecha para manipular, para borrar identidades, para anular posibilidades, para imponer esquemas y modelos, pero no para interpretar creadoramente lo que somos y lo que puede ser el país
*Por eso no basta que los rostros sean nuevos ni que los discursos sean distintos. Lo que define una nueva política no es ofrecer otras cosas, prometer otras cosas, sino convocar de otra manera
a la comunidad, darle un lugar distinto a los ciudadanos en la transformación de la realidad, romper para siempre con esa lógica triste y mezquina de los directorios y de las clientelas, donde las personas valen como cifras pero no como interlocutores, como formuladores de propuestas y como inventores de soluciones.
*Pero de todas las carencias de ese proceso, la más sensible fue la falta de participación ciudadana, que se hizo evidente en el hecho alarmante de que, a la hora del plebiscito, menos del 20 por ciento de los electores aprobó los acuerdos, y el 80 por ciento les dio la espalda.
3)
*La política es muy desigual y esto genera la desconfianza de las personas hacia esta
*Darle al pueblo un nuevo papel en la sociedad y que no sean solo cifras
*El pueblo esta muy aislado de los procesos políticos y se ve reflejado en plebiscito de la paz
4)La conclusión es que el pueblo colombiano necesita hacerse notar mas en los procesos políticos para que se le tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones en el país
Nicolas Rodriguéz
ResponderEliminar1. La tesis de William Ospina
En este texto se trata del olvido que se tiene por parte de la política hacia lo que verdaderamente le debe importar, su pueblo . Los nombres por los que esta rodeada la política no tienen otro interés que el poder, por la mejor posición social, por el dinero y en muchas veces por odio, por venganza y es allí donde se olvidan totalmente del pueblo.
2 Argumentos del autor para defender su tesis
- Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad a ya nuestro mundo natural es cada vez mas necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Por esto es que tanta gente desconfía de la política, sabe que esta hecha para imponer esquemas y modelos pero, pero no para interpretar creadoramente lo que somos y lo que puede ser el país.
- Por eso no basta que los rostros sean nuevos ni que los discursos sean distintos. Lo que define una nueva política no es ofrecer otras cosas, prometer otras cosas, sino convocar de otra manera
a la comunidad, darle un lugar distinto a los ciudadanos en la transformación de la realidad, romper para siempre con esa lógica triste y mezquina de los directorios y de las clientelas, donde las personas valen como cifras pero no como interlocutores, como formuladores de propuestas y como inventores de soluciones.
3 Reflexión de argumentos
- Mucha gente desconfía de la política por que año a año tenemos que vivir en un país repleto de corrupción, de impunidad, de un mal gobierno que solo se interesa por el beneficio de ellos mismos y no por la calidad de vida de sus habitantes y de tener un país equitativo y sobre todo en paz.
-La política no trata de que cada 4 años lleguen con unos nuevos rostros que quieran representarnos y que se basen en solo promesas o de ofrecer cosas que a un corto o largo plazo quedan en vano , el país necesita ser escuchado por todos los que verdaderamente necesitamos un cambio, por personas de bajos recursos, por personas que sufren las decisiones de un gobierno que se preocupa única y exclusivamente por el poder del país.
4 La conclusión es que la política no se ve cada cuatro años cuando salimos a votar por el presidente de nuestro país la política debe ser una herramienta para la dirección y el orden de un país.
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Eliminar1. La tesis de William Ospina es que el pueblo no se está haciendo notar, que en el último siglo la única vez en el que el pueblo se sintió protagonista en la historia de la política en Colombia, fué cuando Jorge Eliécer Gaitán era candidato a la presidencia de Colombia porque lo sentían como el poder puro.
ResponderEliminarEl pueblo se sintió protagonista, alcanzó a hacerse visible en la política y en ese momento se tuvo la esperanza de ser parte de la historia política de Colombia que desde los tiempos de la independencia no se tuvo más.
2. ~Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso.
~La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia. Tiene que empezar a ser la voz de los ríos, de las selvas, de los bosques de niebla, de los arroyos y los manantiales, de los climas, de la vegetación, de la fauna silvestre, del mestizaje, del conocimiento indígena, del colorido africano. Y sobre todo tiene que empezar a ser la voz de la comunidad, su ingenio, su recursividad, su capacidad de afecto, y su alegría.
~Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto, sino un rostro, una originalidad, una importancia.
3. ~Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad hace falta que tanto los gobernantes como la sociedad en general aprendamos a valorar a nuestros semejantes reconociendo en los demás el valor de cada persona y tratar a los demás de la forma en la que se nos trate a nosotros mismos.
~Eso sería ideal, la política debería ser incluyentes y gobernar en favor de todos. Lastimosamente esa no es la realidad ya que los políticos muchas veces llegan al poder por intereses propios y favoreciendo a quienes les ayudan en el proceso.
~ Ni lo uno ni lo otro es posible porque ningún rey atravéz de la historia a cumplido con estos parámetros y por otro lado la democracia tampoco se ha dado de forma total, solo se reconocen algunos derechos pero no hay una inclusión total de cada individuo y quienes gobiernan solo se acercan a las comunidades en épocas electorales.
4. Que la no participación del pueblo, que este no se hace notar, a hecho que la política esté llena de corrupción.
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ResponderEliminarMariana Mosquera
ResponderEliminar1. William ospina nos quiere decir lo que está pasando en nuestra sociedad, nos están mostrando la desigualdad que tienen los políticos con el pueblo colombiano, no se hacen notar ante ellos, la comunidad tendrá que hacerse notar para que haya un buen cambio político.
2.
-El mismo poeta nos enseñó algo muy valioso sobre la solidaridad. Nuestra sociedad injusta y desigual es muy dada a predicar la caridad: que los ricos ayuden a los pobres, que los poderosos guíen a los desvalidos, esto haría unir más al pueblo con ayuda de personas que tienen la posibilidad de hacerlo.
-La política tiene que dejar de ser formalismo, manipulación de la gente y burocracia. Tiene que empezar a ser la voz de los ríos, de las selvas, de los bosques de niebla, de los arroyos y los manantiales, de los climas, de la vegetación, de la fauna silvestre, del mestizaje, del conocimiento indígena, del colorido africano.
3.
la política ante su pueblo tiene que cambiar y dar a conocer mejores aspectos a la comunidad , o tendrán que cambiar a los personajes de la política o dar más a conocer lo que pasa en la sociedad, para ser mejor un pueblo colombiano.
4.
El país está decayendo no solo por la pobreza sino también por la política.
Brayan Lizarazo
ResponderEliminarSolución:
1.La tesis que logro identificar en el texto (La paz del pueblo ausente) es que tal como lo dice en el titulo del texto, el pueblo debe estar siempre presente en los diferentes procesos de política y democracia.
2.- El estilo de nuestra política ha consistido en invisibilizar al pueblo y sustituirlo en el diseño de la nación y de sus instituciones.
-Que seamos ciudadanos sólo una vez cada cuatro años, que seamos necesarios sólo una vez cada cuatro años, es lo que más les sirve a los que viven de usurpar la voluntad popular y reemplazar a la ciudadanía
-Aquí nos enseñaron a hacer política sólo con urnas, hay que devolverle la vida a la política.
3.-Sobre este argumento queda decir que siempre dejan a un pueblo y sus ideas de lado ya que la política en el país no suele tomar muy en cuenta decisiones o propuestas dadas por el pueblo colombiano.
-Mi comentario sobre este argumento es que la ciudadanía necesita participar en ciertos momentos democráticos como por ejemplo en el tratado de paz que mencionan en el texto el cual dice que solo participo el 20 por ciento de los electores que aprobó los acuerdos, y el 80 por ciento les dio la espalda, por esto es que se necesita lideres que hagan ver al pueblo.
-En este argumento solo queda decir que hay que cambiar la política para que en esta no solo se vea corrupción, sino que se vea un país unido.
4.La conclusión que doy, es que al elegir un gobernante no solo se debe hacer por las propuestas que dé o por su partido político, sino que al elegirlo se debe tener en cuenta que este muestre lo que quiere el pueblo, que no solo sea un político más, sino que sea el pueblo y cambiar la política corrupta que se tiene en el país.
William Ospina
ResponderEliminarLa Paz Del Pueblo Ausente.
Manuel Monsalve
Solucion:
1. William Ospina nos quiere dar a entender cuales son los cambios que necesita la politica con el fin de poder involucrar más al pueblo ya que no a estado muy involucrado en varias cosas del pais como proceso de paz y en si en gran parte de la política frente a esto el da unas ideas sobre una nueva política
2. Los políticos deberían tratar al pueblo como personas, pero más aún, ellos deberían comportarse como personas.
•Hay que dejar de pensar que la riqueza de Colombia se limita al petróleo y las minas: la principal riqueza es la gente, su generosidad, su solidaridad, su capacidad de acompañarse, de hacer alegre la vida, de cuidar a las nuevas generaciones, de proteger el territorio
•La política no puede seguir siendo lo que fue durante más de un siglo, la comunidad tiene que aparecer, no sólo en el discurso sino en la dinámica de la política, en el tono de la participación, en los debates de la modernidad.
•El gobierno pudo haberle demostrado a la comunidad que la paz traía para ella beneficios concretos.
3.Este comentario nos da a entender que hay cosas tan sencillas que nosotros no vemos tan valiosas son las que más nos caracterizan a nosotros los colombianos como nuestra nobleza nuestra buena forma de intentar llevar todas las cosas con felicidad trasmitiendo felicidad eso es lo más valioso de los colombianos no todo tiene que ser algo material también hay que cosas que son muy importantes.
•La ausencia del pueblo en las grandes decisiones es la historia misma de nuestro país y sigue siendo la principal limitación de nuestro orden social.
•La paz no se hace para la gente, tampoco se hace con la gente, sino que debe nacer con la gente.
4.Nosotros como colombianos tenemos el deber de hacer que la politica cambie para poder ver mejorias en la colombia que todos queremos debemos estar unidos.
1.willian Ospina nos quiere decir lo que está pasando con nuestra sociedad por parte de la política el descuido que tienen hacia el pueblo no tienen en cuenta sus pensamientos y las necesidades por la que está pasando el pueblo necesitamos un cambio en nuestra democracia
ResponderEliminar2.*para poder encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos.
*Por eso no basta que los rostros sean nuevos ni que los discursos sean distintos.
* Eso sería ideal ,la política deberían ser incluyentes y gobernar en favor de todos.lastimosamente esa no es la realidad ya que los políticos muchas veces llegan al poder para el interés propio.
3.que todos como país que somos debemos trabajar unidos para mejorar la política de nuestro país dejemos a un lado el odio y el miedo que con eso solo conseguimos empeorar.
4.en el texto podemos concluir que está basado en los problemas políticos y económicos del país ,cada vez hay menos democracia y abunda la corrupción en nuestro país.
La tesis en el texto es la falta que siempre a tenido el pueblo a lo largo de los años en procesos politicos, También nos mumuestra el gran poder que tienen los políticos y gobernantes sobre el pueblo, El nos trata de dar a entender que el pueblo debe estar mas vinculado en desiciones políticas
ResponderEliminar2)
*Para encontrarle un rumbo a nuestra sociedad y a nuestro mundo natural es cada vez más necesario ver lo que somos, tener una mirada capaz de percibir lo original y lo distinto. Y eso es lo que nunca ha tenido la política que aquí se impuso
3)
La políticanos llenan de ideas que nos ciegan a lo que realmente pasa, debido a esto no podemos encontrarle un rumbo a la sociedad
4)
Que siempre hemos estado rodeados de un gobierno lleno de corrupción, desempleo, pobreza etc.
1.La tesis de William Ospina es demostrar los cambios que necesita con el fin de optimizar la polarización social de colombiana. esta es la principal limitación de orden social. Expone algunas particularidades de la política actual,sugiriendo varios planteamientos y propuestas respecto a la transformación de la política relacionándolo con el patrón social y económico del país.
ResponderEliminar2.
-Un buen rey sería aquel que conociera no sólo el nombre sino el destino y los talentos de cada ciudadano. Como ese rey es imposible, la democracia tendría que ser ese sistema donde cada quien pueda tener no simplemente un voto, sino un rostro, un destino, una originalidad, una importancia.
-La política no puede seguir siendo lo que fue durante más de un siglo, la comunidad tiene que aparecer, no sólo en el discurso sino en la dinámica de la política, en el tono de la participación, en los debates de la modernidad.
3.
*Que la política debe cambiar, deben tomar medidas para que el país tome un mejor rumbo para bien.
*Deben dejar que el pueblo se haga mas presente en las elecciones políticas,no solo con el voto,sino que deben ser escuchados y tomar sus opiniones.
4.Cambiar el concepto de la política y hacer mas presente al pueblo.
1. Tesis u opinión
ResponderEliminarLo que el escritor opina es que se haga un cambio de gobierno, en el tema democrático incluyente en nuestro país asociando como se eligen los postulantes de la política utilizando a la comunidad indebidamente y fuera de eso después, que están elegidos se olvidan de las negociaciones básicas. Por que entre sus metas y el ansia de llegar a sus curules se olvidan de forma inmediata de las necesidades del pueblo de quienes utilizaron sus votos ya sean verdaderas o falsas; quiere decir y me atrevería a decir que casi nunca a habido y habrá transparencia en estos procesos.
2.Argumentos
• De quien podemos ser y no podemos ser
• Nuestra historia
• Nuestra tierra y territorios; en fin, de toda nuestra naturaleza
• Diversidad de etnias que tenemos en nuestro país con variedades de culturas indígenas.
• Nadie de los políticos se a detenido a mirar la gran belleza de país en que vivimos, por que se han dedicado a vivir en un circulo vicioso sin importarle lo que realmente le rodea
• Paz
3.Comentarios reflexivos
• Hablan de democracia y finalmente no hay democracia
• En nuestra historia ha habido muchos cambios en cuanto en los gobiernos anteriores de la nueva granada, hasta la presente. No hay participación incluyente a pesar de que tengamos en nuestra sociedad nuevos talentos, se trata de que los discursos sean distintos de que define una nueva política para ofrecer o prometer cosas, si no de convocar de otra manera a la comunidad para darle una distinta transformación a la democracia.
• Nuestras etnias que han sido azotadas y atacadas quedando en la impunidad con el fin de acabarlas.
• A las comunidades, a los ciudadanos y pueblos no se han dado la importancia de ser un pueblo democrático y participativo al gobierno
• La mayoría de los gobernantes son ignorantes o desconocedores de las culturas y las adversidades que contiene nuestro país.
• Colombia esta cansado de la corrupción manipuladora advirtraria, grupo de maquinas burócratas que despiertan la indignación ciudadana.
Colombia necesita es que se requiera la inteligencia, conciencia y sensibilidad de que el pueblo sea escuchada y de que le den posibilidades de tomar iniciativas sin pedir permiso para ser un pueblo participativo con derechos de igualdad y equidad resaltando que tenemos una inmensa población juvenil sin oportunidades ni ingresos sin formación abandonada en manos de la violencia.
Conclusiones del texto
Necesitamos democracia verdadera que nos brinden oportunidades. Que la paz sea compartida con la comunidad, que censen la destrucción de nuestras fuentes de riqueza como: el agua, la minería, tales de arboles etc. Necesitamos participación ciudadana y un respaldo de un verdadero gobierno donde la paz traiga beneficios concretos y donde haya acuerdos tripartitos (gobierno, comunidad, justicia).
1. Tesis: La tesis que plantea William Ospina es: Colombia tiene que unirse como pueblo, ser el pueblo. Colombia tiene que ser un pueblo que no sea centralista, es hora de unirse como una sola familia que vele por sus derechos en todos sus ámbitos, convertirse y ser una Colombia totalmente unidad y conocedora de sus raíces. Es momento de cambiar su política, no hacerla sino convertirse en la ella, aquella misma que es capaz de salir adelante desde su pueblo y sus principios como una comunidad unida.
ResponderEliminar2. Argumentos: Los argumentos que plantea William Ospina para defender su opinión sobre Colombia y la Política son aquellos que han obstaculizado nuestro desarrollo como País refiriéndose que para los Políticos que prometen cambiar nuestro País solo les servimos una vez cada cuatro Años para simplemente darles votos y después de eso no tener en cuenta lo que pensamos y sin tener posibilidad de ayudar y entrar como comunidad a cambiar nuestro País. Imponiendo a diestra y derecha leyes sin tener en cuenta nuestra participación u opinión.
Dentro de sus argumentos también nos hace entender que cierta culpa de que el País este en manos de Políticos corruptos viene de Años por falta de ser más unidos y de no saber elegir lo que hacemos con nuestros actos . Seguido de esto otro de sus argumentos es aquel el cual nos refresca nuestras raíces haciéndonos entender que por falta de esa desunión y egoísmo hemos dejado de entender realmente que cultura y principios, llevamos en nuestra sangre, aquellas raíces que no deben de llevarse en un diario de vivir e impuesto para controlarnos.
3. Reflexión: *Tenemos que ser más unidos como pueblo y dejar las rivalidades de un lado y salir adelante juntos.
*Hacer valer nuestras opiniones y estar más comprometidos con el País, entrometernos en todos los asuntos del País y generar cambios positivos.
* Meternos en nuestra Colombia, conocer nuestras raíces de manera adecuada, conocer de que esta hecha Colombia y todo lo que tiene para dar. Saber en que País estamos y no alejarnos de sus problemas dejando la ignorancia de un lado.
4. Convertirse, ser la Colombia esperada, cambiar nuestros conceptos Políticos y ideológicos sobre la percepción de Colombia, pero principalmente no dejar caer nuestra Colombia y darle vuelta a la Política completamente para generar cambios positivos. Hacernos presentes y hacerse escuchar en todos los temas referentes a nuestro País.